La ruptura en una relación como la de Kim Gordon y Thurston Moore siempre puede hacer que sucedan cosas increíbles en su pensamiento musical, el cual se puede ir sumergiendo en una oscuridad con la que comiencen a moldear su dolor en formas que pueden ser muy incomodas para los oídos, y que incluso pueden exponer los prejuicios de las personas al encontrarse con paredes de poder diseñadas con una potencia auditiva que seduce el oscuro corazón de la persona más atormentada sobre la faz de la tierra. El año pasado Gordon nos entregó un catártico lanzamiento con su nuevo proyecto Body/Head, y ahora Thurston Moore ha decidido incursionar en unos terrenos completamente nuevos en su carrera (más no desconocidos), ya que optó por unirse a la alineación del súper grupo de black metal llamado Twilight. Seguro, puede que a muchos les tome por sorpresa el hecho de ver a Thurston con una banda de este calibre, pero al final del día tiene todo el sentido del mundo que ahora haya decidido involucrarse en un género que siempre fue evocado por las paredes de poder que lograba hacer con su volcánica guitarra. Eso, junto con el poderío de los demás integrantes de Twilight, ha dado como resultado uno de los discos más violentos, contundentes, apabullantes y elegantes que verán la luz del día a lo largo de este año, al menos en el circuito del black metal. Pero no sólo el ex-integrante de Sonic Youth se lleva los aplausos en "III: Beneath Trident’s Tomb", Wrest de Leviathan, N. Imperial de Krieg, Stavros Giannopoulos de The Atlas Moth y Sanford Parker de Nachtmystium son los tipos que complementan este ensamble de poder que desde los primeros minutos del álbum expone el lado más 'accesible' de su universo, ya que cabe mencionar que este álbum de Twilight no cuenta con la cruda oscuridad que cualquier otro lanzamiento de black metal; hay algo extraño en él, las atmosferas son sumamente fuertes, pero no hay un toque malévolo que impulse el lado más agresivo de la banda. Lo cual es bueno, eso nos habla que cada uno de los miembros le inyectó su toque único a las canciones para hacerlas levitar en un universo que parece completamente muerto, y que la mayoría de las veces va caminando por terrenos desoladores en los que un apocalipsis mental se suele apoderar de todas las personas que entran en contacto con este tipo de sonidos. Pero hay algo que desde un principio me intrigó sobre el tercer LP de Twilight, ya que Blake Judd de Nachtmystium era uno de los pilares importantes dentro de la concepción del proyecto, pero después de haber salido de la cárcel tomó la decisión de no involucrarse más con el proceso de creación del álbum, con todo y que él mismo fue quien se encargó de anunciar que "III: Beneath Trident’s Tomb" sería el último lanzamiento de la banda. Pero vamos a enfocarnos directamente en el contenido del disco, ya que más allá de ser una odisea estrictamente diseñada bajo el pensamiento del black metal, también existen algunas tonalidades extraídas del doom en "Lungs", sin mencionar las diferentes formas tribalístas que se van manifestando en los épicos minutos de "Swarming Funeral Mass". Esos dos tracks fueron los primeros adelantos que pudimos escuchar de esta producción, los cuales desde un inicio dejaron expuesto el roll que tuvo Thurston Moore en el estudio de grabación, el cual se encuentra justamente al centro de cada una de las canciones, a diferencia de lo que se pudo pensar cuando se anunció que se estaría uniendo a las filas de Twilight. La inmensa desesperación vocal que va nutriendo el devastador contoneo de "Oh Wretchen Son" le aporta una buena dosis de brutalidad a este recorrido, la cual puede ser digerida sin ningún problema, así como los pequeños arreglos de ambient que existen en la introducción de "Seek No Shelter Fevered Ones". Si este tiene que ser el fin de Twilight, me complace decirles que se estarán despidiendo a lo grande, pero si en un par de años volverán a hacer de las suyas con otra alineación, me parece que no volverán a escuchar algo similar a lo que este cuarteto ha hecho en "III: Beneath Trident’s Tomb", ya que hay un curioso equilibrio entre el lado brutal, violento con la belleza artesanía que también compone los paisajes apocalípticos del black metal. Sin embargo, no todo en el disco es perfecto, los últimos dos cortes de él hacen que pierda la fuerza con la que mantuvieron nuestra alma sometida al rincón de nuestra habitación, ya que cuando "Below Lights" llega a su final evocando el trabajo de Corrections House, me da la impresión de que el álbum quedó incompleto y que nunca tuvieron las ganas de darle un contundente final. Eso es lo que me hace dudar sobre si este será el lanzamiento final de Twilight, ya que este tipo de capítulos incompletos en el género, siempre suelen dar pie a segundas partes que pudieron haber funcionado mucho mejor dentro de una sola historia; como "Nymphomaniac".
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