Estoy sentado aquí frente a la computadora mientras suena "Do You Believe In Destiny?" de The Fresh & Onlys, y una parte de mi se niega a pensar que el destino es una realidad. A veces creo que hay cosas que simplemente están destinadas a pasar, pero esto muchas veces nunca ocurre por las malas decisiones que la otra parte suele tomar, y con ello el destino se llega a frustrar ante la indecisión de las personas. En parte esas actitudes han ayudado a que muchos artistas opten por recrear sus propias experiencias personales en cualquier forma de arte; ya sea visual o sonora, esas manifestaciones con la que liberan la claustrofobia que genera el estar enganchado a algo que realmente debe suceder, se ha presentado este año en forma de ruidos potentes, de catarsis, de una aceleración que no se dirige a ningún lugar, pero que por un instante ha servido para relajar nuestro pensamiento. Por otro lado, las melodías pegajosas siguieron demostrando que son bastante terapéuticas ...