5 años después de haber presentado "Dig, Lazarus, Dig!!!", Nick Cave & The Bad Seeds ha regresado con un nuevo material, el cual se coloca fácilmente dentro del listado de álbumes en los que Nick Cave junto con el resto de la banda ha decidido bajar un poco los niveles de su sonido para crear tenues baladas y piezas que parecieran ser pura poesía cantada. Esto tiene todo el sentido posible si le echamos un vistazo a lo que Nick Cave estuvo haciendo en los últimos años con Grinderman, en donde después de su faceta con The Birthday Party hace más de tres décadas, me parece que no había experimentado con terrenos más densos y agresivos con los que le dio vida a un par de álbumes realmente increíbles, en donde la arrogancia y los toques descarados de sus líricas le daban una mayor potencia a toda la instrumentación que las acompañaba; ya que además él es una de esas personas que durante toda su carrera se ha estado rodeando de músicos increíbles que en ningún momento lo han llegado a defraudar, y por ello es que "Push The Sky Away" es un disco que ha contado con diferentes colaboradores que a lo largo de los años han sido factor importante en la vida de The Bad Seeds. Ya que tal y cómo él lo ha definido: The Bad Seeds no es solamente una banda que sirva de complemento, debido a que su estilo no funciona de esa manera, sino que ha sido una banda que a lo largo de los años se ha convertido en una comunidad que alimenta de la mejor manera el espíritu de compositor de Nick Cave, y con ello cada uno de sus procesos creativos están viajando a través de un circulo que en ningún momento se detiene. Obviamente yo podría seguir aquí hablándoles de él como si supiera más que él de su propia carrera, tal y como lo llego a citar en una conferencia que ofreció durante su primer visita a nuestro país hace cuestión de horas, y es que realmente es bastante complicado hablar o reseñar una pieza de arte proveniente de una mente consolidada como la de él, con todo y la enorme modestia con la que se suele presentar ante una audiencia haciendo referencia a que no se encuentra a nivel de nombres como Leonard Cohen, sino a la talla de otros como Tom Waits (LOL). En cuanto a "Push The Sky Away", no es un disco que vaya a alterar sus sentidos en algún momento, sino que realmente los manipulan de la manera más delicada y esencial como sólo ellos lo pueden hacer; desde el primer momento con la hermosura de "We No Who U R" hasta el instante en el que llega a su fin de la mano del track que le da nombre a esta producción, nos mantienen al borde de nuestro lugar sin perder ese confort auditivo que con cada canción van inyectando poco a poco como si se tratara de una muerte lenta. Con una batería bastante fina, una voz aguardentosa, y el riff de guitarra más potente del disco, tracks como "Higgs Boson Blues" logran marcar un pequeño parteaguas entre toda la serie de preguntas y respuestas que se van formulando a lo largo de este disco, ya que Nick Cave es una de esas personas que no suele hablar de la situación que vive el ser humano día con día, o sobre los problemas que ocurren en todo el mundo, sino de algún ectoplasma que decide visualizar en forma de su esposa -quien además aparece en la portada de este material- para iniciar una narrativa romántica en forma de "Wide Lovely Eyes", e incluso en lo personal me queda la impresión de que decidió incluir "Mermaids" para generar un fuerte vinculo con varios de sus clásicos de la talla de "Into My Arms", ya que con lineas como 'I believe in God, i believe in mermaids too, i believe in 72 virgins on a chain' pareciera responder esas dulces y melancólicas frases que le daban vida a esa obra maestra de "The Boatman's Call". Por otro lado, esta puede ser únicamente una ilusión absurda de mi parte, ya que la inclusión de un Dios en sus canciones por lo regular se debe a esa simple y sencilla idea de que para él, Dios solo existe en sus canciones. Ahora bien, aunque la mayor parte del disco se mantiene en unos niveles bastante relajados, cabe mencionar que la estética de Grinderman se hace presente en dos momentos clave que de manera obligada trajeron a mi mente esa desesperación vocal que emanaba de Cave en "No Pussy Blues" en cortes como "We Real Cool" y "Water's Edge", sólo que con la única y enorme excepción de que en ellas no va narrando la idea persuasiba de asechar a una mujer en un bar pese a la enorme cantidad de rechazos que ya te haya hecho durante la noche. Además, "Water's Edge" es el más fino ejemplo de esa poesía cantada que les mencionaba al inicio de este texto, lo cual crea un complemento perfecto con los pequeños arreglos de violín y las armonías que discretamente se van haciendo presentes en los puntos clave de la canción, tal y cómo lo hacen en el instante que va culminando la deliciosa e inmensa pieza de nombre "Jubilee Street", la cual más tarde en el disco recibe una especie de contrarespuesta en forma de "Finishing Jubilee Street". Este, no es el mejor álbum de Nick Cave & The Bad Seeds, pero tampoco es uno al que se le deban de buscar puntos bajos ya que no los tiene, y después de 15 álbumes de larga duración, ya resultaría un tanto ilógico estarle buscando este tipo de detalles a una mente que claramente no tiene nada que demostrarle a nadie.
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