Me gusta Phoenix, las tenues armonías de sus primeros discos proyectaban una imagen exquisita de esta banda francesa que con el paso del tiempo, fue aumentando de tamaño de manera discreta. Tanto, que a la fecha me sigue sorprendiendo que hayan sido elegidos para encabezar varios de los festivales del verano al rededor del mundo. Seguro, "Wolfgang Amadeus Phoenix" fue un gran álbum; uno que apareció hace poco más de 2 años, y con el cual parecíera que la banda por fin logró encontrar el balance perfecto entre las elegantes lineas electro de sus primeros sencillos, y el sonido que trataban de emular de actos norteamericanos como The Strokes. Hasta ese momento, creo que no me habría sorprendido si Phoenix hubiera estado encabezando escenarios más grandes que el que les tocó en Reading & Leeds pero en esta ocasión, me da la impresión de que algo muy extraño ha estado ocurriendo en estos meses en el ámbito de los festivales debido a la falta de grandes nombres -Daft Punk- que puedan resultar aún más atractivos -vean Coachella- y es ahí donde entra la idea de que tal vez diversos promotores están tratando de consolidar a Phoenix, antes de que ellos mismos se sientan preparados para cargar con esa enorme responsabilidad en la espalda. Afortunadamente, parece que estos chicos en lugar de asustarse y hacerse pequeños, se saben desenvolver muy bien ante mayores retos, y no es para menos, ya que cada uno de ellos porta con un brutal carisma que dificilmente puede pasar desapercibido por una audiencia que por lo regular ya se encuentra ahogada en diferentes substancias. "Bankrupt!" no es un mal álbum, pero me parece que es un material en el que Phoenix se muestra en su forma más opaca y floja; una en donde las canciones por momentos se tornan demasiado similares, y con ello se me fue formando la idea de que no suelen tomarse un verdadero tiempo para tratar de crear Algo Más, sino que se sienten cómodos recurriendo a las mismas formulas que le dan vida a este material desde "Entertainment" hasta "Oblique City". En parte, esto también les puede favorecer en grandes cantidades, ya que las composiciones de Phoenix tienen el poder de incrustarse en nuestra mente a través de melodías y coros ridículamente pegajosos, pero hay un momento en el que todo esto llega a ser demasiado. Por otra parte, el track que le da nombre a este material viene a deformar toda la idea monótona que se puede ir generando a lo largo de este trayecto, ya que en él se hace presente un intrigante juego de synths que parece ir navegando por diversos escapes de sonido para introducirnos a pequeños tonos acústicos, y la parte vocal que por ahí me remitó a la idea de crear dos partes de "Love Like A Sunset", así como al remix que Animal Collective le hizo a este track en su momento. Personalidad? No le falta, tal vez Phoenix no se ha logrado posicionar como una banda Grande, pero al final del día ellos suenan a ellos, no hace falta recurrir a una busqueda random en Google para saber que se trata de ellos cuando aparecen en la radio canciones como "SOS In Bel Air" y "Don't", con todo y que estos cortes no sean los mejores que estos franceses nos han presentado hasta el momento, o al menos esa es la sensación que me quedó después de haberle dado varias vueltas a esta producción. "Trying To Be Cool" es una canción que desde el titulo puede describirnos la verdadera misión de Phoenix a lo largo de estos años, pero creo que hasta cierto punto esto es un error, ya que absolutamente nada en ellos se siente forzado, sino que muchas veces cuando están apunto de crear algo realmente fenomenal, se quedan bastante cortos debido a que en ningún momento aparece ese instante en el que vengan a cambiarnos el panorama que han ido generando con canciones que no transmiten nada como "Cloroform". Ahora bien, así como en cualquier disco de Phoenix, en este también aparecen momentos bastante decentes como "The Real Thing" y "Bourgeois", así como "Drakkar Noir"; una canción que sin ningún problema pudo aparecer dentro de "Wolfgang Amadeus Phoenix", o que incluso pudo servir como ese puente entre ambos materiales en lugar del primer sencillo que nos presentaron hace algunos meses. Repito, Phoenix no es una banda que carezca de algo, son unos tipos muy agradables y son tremendamente buenos haciendo lo que hacen; sin embargo "Bankrupt!" no es un álbum que venga a responder mis dudas sobre por qué han sido elegidos como headliners de festivales, aunque seguramente esto será algo que habrá que comprobar en la intimidad de su show en vivo.
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