Mientras Daniel Jones dice que escuchar a HTRK es como 'escuchar a Sade teniendo un orgasmo', Pitchfork es la única entidad que se ha encargado de odiar por completo lo que hace Jonnine Standish y Nigel Yang. No lo comprendo, y entre más pasa el tiempo sigo sin entender por qué este dúo sigue siendo ignorado por las masas, aún cuando otros actos que han adquirido un mayor renombre han mostrado su inmensa admiración por ellos como el caso de Savages y The Horrors. Pero eso no es lo importante en realidad, lo que realmente merece toda la importancia del mundo es lo que HTRK ha creado en "Psychic 9-5 Club", ya que a diferencia de sus previos lanzamientos en los que se presentaban ante nosotros como un trío, en esta ocasión estamos ante un álbum que ha sido creado simplemente por dos personas que transformaron su dolor, en un pasional universo de sentimientos encontrados que se van proyectando en las diferentes formas que toma el amor. Natan Corbin de Excepter fue el productor del disco, y los ciertos detalles que fueron afinados por él se pueden palpar a la perfección en los delicados synths por los que se va moviendo la maravillosa voz de Jonnine Standish. Pero vamos a empezar desde el principio: HTRK era un trío que adoptó este nombre por la simple y sencilla razón de crear una música que incomodara a las personas; una con la que nadie se sintiera a gusto como respuesta a lo que estaba sucediendo en el denominado 'indie rock' en la década pasada, así que naturalmente su EP titulado "Nostalgia" portaba con una fuerte carga de noise capturado directamente en vivo desde sus primeros shows. Cuando apareció su "Marry Me Tonight", producido por el grandioso Rowland S. Howard, el fenómeno de HTRK fue en aumento cuando la atmosfera de sus composiciones se fue aclarando para darle una mayor personalidad a este proyecto dentro de todos los actos que se refugiaron en el universo goth del post-punk en sus primeros lanzamientos, e incluso con ese álbum le abrieron algunos shows a Liars y Yeah Yeah Yeahs. La sensualidad y los fetiches sexuales siempre han sido el motor que los ha impulsado a la hora de componer; sin embargo, cuando Sean Stewart se quitó la vida en 2010 mientras se encontraban grabando su siguiente producción, en Jonnine y Nigel quedó un cierto vacío que logró ser llenado con los tonos narcotizados y desorientados de su fascinante "Work (Work, Work)". HTRK es un proyecto especial, es una entidad que por sí sola puede brillar sin tanto alarde; HTRK es un género, y ese género se ha vuelto a manifestar este año de forma discreta con un álbum que de nueva cuenta le da un giro a lo que habían presentado como banda, y al final del día cobra todo el sentido posible considerando que "Psychic 9-5 Club" es el primer álbum que han grabado como un dúo. El delicado dolor que embrujó de principio a fin "Work (Work, Work)" ha mutado en esta producción para exponer el lado hermoso de un sentimiento de pérdida que constantemente trata de refugiarse en la soledad. Eso es visto desde un punto romántico en canciones como "Love Is Distraction", en donde la voz de Jonnine deja de sonar únicamente como un seductor elemento narcotizado para mostrar la forma más pasional de su peculiar tono vocal. Pero hay algo indescifrable en el mundo de HTRK; algo que por más que trato de descifrarlo en cada uno de sus discos, jamás logro comprender cómo demonios han hecho que su sonido no se pueda encontrar en ninguna otra parte. Nadie está haciendo algo similar a ellos y ok, puede que los linajes de sintetizador puedan aparecer en otros proyectos de Ghostly, pero al final del día la voz es el elemento que hace de HTRK algo único en la actualidad. Y mientras en "Work" la mayoría de las canciones revelaban imágenes que exploraban el lado bizarro y oscuro de un acto sexual, en "Psychic 9-5 Club" todo se trata sobre una declaración de amor no convencional en la que 'this time i'm gonna love you much better' tiene un poder que no debe de ser subestimado. Esa frase se escucha en la parte central de la hipnótica y envolvente "Give It Up", en la que desde un inicio me pude percatar que el misticismo que existe en el dúo se ha convertido en algo que solamente podemos describir como 'bonito'. Las canciones, la voz, las armonías y la producción cuentan con una impecable claridad que hace de HTRK algo muy pulcro y lindo. Por otro lado, Nigel Yang también hizo un trabajo impecable con la manera en la que va aumentando de volumen la densidad de los sintetizadores sin alterar la frágil línea con la que se van desarrollando los misteriosos pasajes de "Blue Sunshine", así como la fascinante pieza instrumental titulada "Feels Like Love", en la cual los estelares synths desnudan por completo la ficción que existe en su pensamiento al emitir un nostálgico efecto que absorbe por completo las risas del dúo. Digamos que ese track expone a la perfección las primeras horas del enamoramiento sin decir absolutamente nada, es un simple estimulo que da pie al delicioso contoneo auditivo de "Soul Sleep", y la intrigante belleza de "Wet Dream", en donde definitivamente podemos citar de nueva cuenta la descripción de Daniel Jones, ya que en este track Jonnine Standish proyecta su voz de un modo en el que solamente Sade lo pudo hacer en sus inicios, pero la manera en la que viaja la voz de Jonnine al multiplicarse con loops es una tremenda exquisitez que parece ser depositada en los oídos a tan sólo un milímetro de distancia. Pero siempre hay un patrón en los discos de HTRK: lo mejor se lo guardan para el track final, y en esta producción no ha sido la excepción con un fascinante e irónico recorrido bautizado como "The Body You Deserve". La canción va flotando en un entorno completamente oscuro en el que todo lo que va sucediendo a nuestro alrededor lo dejan a la imaginación de cada ser humano; es un ejercicio mental que cobra un sentido único dentro de su pasional fuerza centrifuga que parece drogarnos sin piedad para enamorarnos por completo de las palabras de Jonnine en la segunda mitad de la canción. Si este es el 'cuerpo' que merecemos, no me queda más que estar agradecido con la vida por habernos puesto en el camino a dos mentes que sorprendentemente se recuperaron de una dolorosa perdida, y en lugar de dejarse vencer por ese dolor, se encargaron de transformarlo en un artesanal universo de sonidos que los incitarán a cerrar los ojos, y viajar a través de un tiempo en el que solamente existan ustedes. Lo único malo de HTRK, es que siempre te dejan con ganas de más, y el simple hecho de pensar que tendrán que pasar otros tres años para escuchar más música por parte de ellos, hace que la perfección de "Psychic 9-5 Club" obtenga un mayor valor sentimental.
HTRK: Myspace / Twitter / Facebook
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