Todo en "Cranekiss" parece ser perfecto. Desde que se le pone play por primera vez se puede atestiguar la belleza y la delicadeza con la que fue concebido este material con el que Tamaryn se va alejando del envolvente shoegaze que nos entregó en sus primeros dos discos, lo cual hasta cierto punto está haciendo que los sencillos de "Cranekiss" se sientan como un balde de agua fresca. En "Hands All Over Me" nos presentó unos destellantes linajes de sintetizador, mientras que en "Softcore" y en el corte que le da nombre al álbum nos fue guiando a través de la maravillosa esencia que en su momento Cocteau Twins se encargó de consolidar en el mundo del post-punk y el dream-pop. "Cranekiss" se alimenta de los tres estilos que les acabo de mencionar, pero eso es algo que pasa a segundo plano cuando nos dejamos de preocupar por las etiquetas que se le pueden poner a un álbum, ya que justo en el corazón de este material se hace presente "Last"; una canción con la que Tamaryn deja expuesto su falceto más hermoso y un rostro que hasta hace cinco años era difícil de imaginar en su propio universo. La canción es maravillosa y la pueden escuchar acá abajo en lo que llega el 28 de agosto para adquirir "Cranekiss" con Mexican Summer.
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